La Autoridad Portuaria de Huelva se encuentra estos días realizando trabajos habituales de mantenimiento de calados en sus muelles, como elemento esencial para garantizar la operatividad del puerto y la seguridad de las operaciones marítimas y la navegación, retirando los sedimentos depositados a lo largo del tiempo en algunos de sus atraques.
Una parte de los sedimentos obtenidos de esta actuación contienen aportes de los ríos Tinto y Odiel, provenientes de la cuenca minera, que no reúnen las características más adecuadas para ser vertidos libremente en el mar, a pesar de no ser peligrosos para la salud conforme a normativa de residuos y directrices de dragados, tal y como se verifica con analíticas en cumplimiento de los programas de caracterización de sedimentos. Para evitar que estos productos deterioren la calidad ambiental de la Ría e incluso las zonas marinas adyacentes, se están depositando y confinando en el recinto número 4, construido dentro del puerto onubense con la finalidad de evitar que estén en aguas libres. Esta técnica está considerada por los expertos como la mejor técnica disponible en la actualidad para el tratamiento de estos productos, y es utilizada a gran escala a nivel internacional, destacando puertos como Hamburgo y Rotterdam con recintos hasta 50 veces mayores. Por otra parte, estos recintos no forman parte del Paraje Natural Marismas del Odiel ni de la Reserva de la Biosfera Marismas del Odiel, ni causa perjuicio a la integridad de los espacios Red Natura, según las resoluciones dictadas al efecto por el entonces Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (BOE 113 de 9 de mayo de 2014).
Ante las denuncias de algunos colectivos, la Autoridad Portuaria de Huelva desea informar de que precisamente el hecho de que los sedimentos se confinen en estos recintos es una garantía de que los mismos no afectan a los recursos pesqueros. Además, de acuerdo con la Declaración de Impacto Ambiental aprobada, todo el proceso de vertido está sometido a un estricto plan de vigilancia ambiental que incluye una actuación de despesque y devolución a la Ría de los peces que, en su momento, pudieron quedar atrapados dentro del recinto durante su construcción. Este despesque ya se ha realizado, sin perjuicio de que es inevitable que algunos de estos peces hayan quedado finalmente dentro.
Este procedimiento de mantenimiento de calados debe realizarse con regularidad cada año para mantener las condiciones que garanticen la operatividad y seguridad del puerto y de los buques. Esta actuación contribuye, además, a la mejora medioambiental de la Ría y al buen estado de las aguas, dato que han avalado diferentes instituciones y voces autorizadas en la materia, como diversos estudios realizados por la Universidad de Huelva y, muy recientemente, por el catedrático en Ecología, Enrique Figueroa.
Tal y como se ha informado en diversas ocasiones, esta técnica de confinamiento de sedimentos aplicada por la Autoridad Portuaria de Huelva desde hace años, figura en las “Directrices para la caracterización del material dragado y su reubicación en aguas del dominio público marítimo-terrestre” elaboradas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, Puertos del Estado, el CEDEX y el Instituto Español de Oceanografía, como “la mejor técnica posible”.
Por otra parte, la generación de nuevos suelos mediante esta técnica se ha utilizado históricamente en Huelva donde una parte importante del desarrollo del entorno urbano está en suelos de este tipo.
Hay que destacar que la política medioambiental de la Autoridad Portuaria de Huelva se basa en varias líneas estratégicas fundamentales, entre las que destacan la labor de vigilancia para compatibilizar la actividad portuaria con el equilibrio medioambiental del entorno, la apuesta por la recuperación de zonas degradadas y las actividades portuarias que son beneficiosas para el medio ambiente en sí mismas, como es el caso de los dragados.